Español

Cosmos-Aromatica-Tradebe-Company-Logo

Sabor de helado: ¿por qué nos encanta tanto?

Tabla de contenidos

Sabemos que el verano es la temporada por antonomasia del helado, aunque en realidad más de uno lo consume todo el año. No sabemos muy bien qué clase de fórmula mágica tiene, pero no hay duda de que el sabor de helado nos lleva conquistando desde su creación, mucho más antigua de lo que podamos pensar.

No solo es un alimento fresco y ligero, ideal para las estaciones más cálidas, sino que su textura y la forma de consumirlo atraen a personas de todas las edades, desde niños hasta ancianos. De hecho, es uno de los alimentos que disfrutamos a lo largo de toda nuestra vida y, de alguna manera, nos devuelve a la infancia. Hoy investigamos el origen de este alimento tan interesante y por qué hace tan felices a nuestros paladares. ¿Quieres saber el secreto?

Desvelando el origen

El helado tiene una historia mucho más fascinante de lo que solemos pensar. Aunque comúnmente lo asociamos con Italia, fueron los viajes de Marco Polo los que introdujeron este alimento en Europa. Sin embargo, el helado parece ser una invención culinaria concebida por muchas civilizaciones y adaptada a sus propias culturas.

Determinar el origen exacto de un alimento puede ser difícil, pero se cree que los primeros indicios de algo parecido al helado actual provienen de China, donde mezclaban nieve con arroz y leche para crear un postre refrescante. Durante la dinastía Tang (618-907 d.C.), se comenzó a elaborar una mezcla de leche fermentada y harina que se enfriaba con hielo, dando lugar a una versión más primitiva del helado actual. No obstante, los chinos no fueron la única civilización que se las ingenió para crear un postre refrescante para sobrellevar mejor el verano.

Antigua Persia y Grecia

Los persas, alrededor del 500 a.C., consumían un tipo de sorbete elaborado con hielo mezclado con frutas y sabores como el azafrán o la miel. En Grecia, Hipócrates (c. 460-370 a.C.) recomendaba un tipo de nieve endulzada como medicina.

Imperio Romano

El emperador Nerón disfrutaba de una mezcla de nieve traída de los Alpes con jugos de frutas y miel, lo que podría considerarse uno de los primeros sorbetes más que un helado propiamente.

Edad Media

Los árabes desarrollaron recetas de sorbetes y bebidas heladas, técnicas que se difundieron por Europa a través de las cruzadas. Los sorbetes árabes, hechos de frutas, miel y agua, influyeron en las futuras versiones europeas del helado.

Renacimiento

Se dice que Catalina de Médici, al casarse con el futuro rey Enrique II de Francia en 1533, llevó a su país de acogida a chefs italianos que conocían el arte de preparar helados. En Italia, el helado se perfeccionó, especialmente en Florencia, y se convirtió en un postre popular en la corte.

Siglos XVIII y XIX

En el siglo XVIII el helado comenzó a ganar popularidad en Francia e Inglaterra. En América se volvió común en el XIX, siglo en el que se empezaron a ver las primeras heladerías en el país. Thomas Jefferson, uno de los primeros estadounidenses en disfrutar de este invento, tenía una receta de helado de vainilla en Monticello.

Fue en este país donde Nancy Johnson patentó la primera máquina para hacer helado, lo que revolucionó la producción y permitió que esta delicia fuese más accesible.

Siglo XX y XXI

Con la llegada de la refrigeración mecánica y las máquinas industriales la producción de helado se disparó y se convirtió en un postre globalmente accesible. Surgieron marcas icónicas y nuevos sabores, consolidando el helado como un pilar en la cultura culinaria.

A partir de ese momento el helado se adaptó a todo tipo de presentaciones, desde el que te compras en el supermercado hasta versiones gourmet y experimentales en los más especiales restaurantes de estrella Michelín.

¿En qué consiste un helado?

Consumirlo lo consumimos todos los veranos pero, ¿qué es exactamente un helado? A primera vista seguro que has notado que existen muchos tipos y el sabor del helado también lo hace completamente distinto. Después veremos las tipologías, pero un helado se caracteriza por estar congelado y hecho de principalmente leche, crema, azúcar y, a menudo, yemas de huevo. Todos ellos se mezclan y se baten mientras se enfrían para evitar la formación de grandes cristales de hielo. Esta mezcla se aromatiza con una variedad de sabores, como vainilla, chocolate, frutas o cualquier otro saborizante, para luego congelarse hasta obtener una consistencia cremosa y suave.

Para que un helado se pueda considerar tal y sea disfrutado por mayores y pequeños, tiene que contar con ciertas cualidades:

Textura

El helado cuenta con una textura cremosa y suave, resultado del proceso de batido durante la congelación (añade aire y evita la formación de cristales de hielo grandes).

Sabor

Si algo amamos es la infinita cantidad de sabores de helado que existen, desde los clásicos como vainilla o chocolate hasta combinaciones más exóticas o gourmet.

Temperatura

Se sirve congelado, generalmente a temperaturas por debajo de los 0°C, lo que lo convierte en un postre refrescante, especialmente popular en climas cálidos.

Tipos de helado

Antes ya hemos adelantado que sí, existen varios tipos de este alimento, además de sus sabores. Puedes elegir uno u otro dependiendo del sabor de helado que te apetezca o de los ingredientes que lo componen:

Helado de crema

Hecho con una base de leche y crema, es el tipo más común y se caracteriza por su textura rica y cremosa.

Sorbete

No contiene productos lácteos y se elabora a partir de zumos de frutas mezclados con agua y azúcar, lo que le da una textura más ligera.

Gelato

Un tipo de helado italiano elaborado con menos grasa que el helado tradicional. Se sirve a una temperatura un poco más alta, lo que le da una textura más densa y suave.

Helado vegano

Los tiempos cambian, y con ellos debe evolucionar nuestra dieta. Hoy en día se busca que todas las personas puedan disfrutar de los alimentos, incluidos los helados. Por ello se ha creado uno sin ingredientes de origen animal, en el que se sustituye la lecha por alternativas como bebidas de almendra, coco, o avena.

¿Qué tiene el sabor de helado que nos apasiona?

El sabor de helado es tan querido no solamente por al disfrute de un postre refrescante en verano, sino porque es capaz de crear recuerdos y ayudarnos a conectar con nuestra cultura:

Textura y sensación

La textura del helado es rica y suave, lo que proporciona una sensación placentera en la boca gracias a la mezcla de grasa, azúcar y aire. El consumo de helado frío también contribuye a su atractivo, especialmente en climas cálidos, ya que ofrece un alivio inmediato y refrescante.

Sabor y variedad

El helado es posiblemente una de las invenciones humanas más diversas, ya que existen infinidad de sabores, algunos de ellos bastante peculiares y únicos. Por ello, seguramente haya un tipo de helado que agrade a cada persona.

Sin embargo, es su dulzura la que juega un papel protagonista. Los seres humanos tienen una predisposición natural hacia los sabores dulces, que a menudo se asocian con alimentos ricos en energía.

Recuerdos de infancia y de verano

Para muchas personas el helado está asociado a recuerdos felices de la infancia, donde se disfrutaba con ilusión en días de verano, celebraciones especiales o en reuniones familiares. Esta conexión emocional aumenta su atractivo.

Comfort food

El sabor de helado a menudo se consume como un placer o recompensa, lo que lo convierte en un alimento de confort, no solamente para momentos tristes, sino en paseos con amigos o familia o tras un día de trabajo agotador.

Cultura y tradición

Este alimento es una parte indispensable de muchas celebraciones y eventos, desde fiestas de cumpleaños hasta reuniones sociales, lo que refuerza su asociación con momentos felices y comunitarios. De hecho, su popularidad en todo el mundo lo convierte en un alimento familiar y querido en muchas culturas.

Versatilidad

No solo podemos escoger el sabor del helado y crear combinaciones deliciosas, sino que también podemos añadir ingredientes para personalizarlo aún más. Toppings, otros postres, en cucuruchos o en sundae… Esta versatilidad permite a las personas adaptar el helado a sus gustos específicos.

Innovación

Las marcas, las propias heladerías y las empresas de sabores están constantemente innovando para crear sabores, texturas y combinaciones nunca vistas. Sus esfuerzos hacen que el helado siga siendo una apuesta llamativa para los consumidores.

Cuidado con el brain freeze

Pese a que el sabor de helado y su textura nos aporta sobre todo placeres, estamos seguros de que en algún momento, mientras lo comías, has experimentado dolor de cabeza. Esa punzada, conocida como brain freeze o ‘congelación de cerebro’, es una reacción común que ocurre cuando algo muy frío toca rápidamente el paladar. Las causas pueden ser varias:

Contracción de los vasos sanguíneos

Cuando algo frío toca el paladar, los vasos sanguíneos en esa área se contraen rápidamente en respuesta al frío. Para compensar la rápida pérdida de calor, estos se dilatan rápidamente para restablecer la temperatura normal.

Cambio de flujo sanguíneo

Este proceso de contracción y expansión rápida puede causar un cambio en el flujo sanguíneo y provocar una breve pero intensa señal de dolor que el cerebro interpreta como un dolor de cabeza.

Trigemino

El nervio trigémino, responsable de la sensibilidad en la cara y otras zonas, detecta esta rápida variación de temperatura. Como también está relacionado con la región frontal de la cabeza, el cerebro a veces confunde la fuente del dolor y lo «lleva» a la frente, causando la sensación de dolor de cabeza.

Si quieres seguir comiendo helado tranquilamente y sin sufrir «congelación cerebral», aquí tienes algunos trucos que puedes probar en ese momento:

Come más despacio

Consumir alimentos fríos más despacio reduce la posibilidad de que el paladar se enfríe rápidamente.

‘Calienta’ el paladar

Si sientes que empieza el dolor, presiona la lengua contra el techo de la boca para calentarlo rápidamente y aliviar el dolor.

Bebe algo tibio

Tomar un sorbo de agua tibia también puede ayudar a contrarrestar el frío.

¡Ahora ya sabes de dónde viene el helado y cómo disfrutarlo sin ningún problema posterior ni molestia! No es de extrañar que sea uno de los alimentos más queridos, no solo por su frescura, sino también por las memorias y recuerdos asociados a él. Por eso en Cosmos Aromática nos encanta crear y mejorar todo tipo de aromas y sabores, porque sabemos que formarán parte de la infancia de muchas personas. Llevamos desde 1952 comercializando aromas de todo tipo por toda España, y seguiremos haciéndolo con la misma pasión y amor que nuestro fundador, Aurelio González González, le puso desde su creación. Si necesitas asesoría sobre sabores o alguno en concreto, solo tienes que ponerte en contacto con nuestro equipo. ¿Hablamos?

Mantente al día de las últimas novedades del sector:

Te puede interesar...
Consulta
Buscar